jueves, 11 de septiembre de 2008

David Ricardo. Por Luis Felipe Carrillo 81373

David Ricardo (biografia)
David Ricardo Ruben (
18 de abril de 1772 - 11 de septiembre de 1823) economista inglés, miembro de la corriente de pensamiento clásica, nacido y fallecido en Londres. También fue un hombre de negocios, especulador exitoso y amasó una considerable fortuna. David Ricardo era el tercero de diecisiete hijos de una familia sefardí judía (procedente de Portugal) que emigró de Holanda a Inglaterra antes de su nacimiento. Después de una breve etapa escolar en Holanda, empezó a trabajar a los catorce años, en la London Stock Exchange (Bolsa de Londres), como empleado de su padre, donde aprendió lo básico sobre finanzas. En 1793 se casó fuera de la fe judía y las relaciones con su familia se volvieron más tirantes, por lo que Ricardo decidió establecerse por su cuenta. Especializado en la negociación de valores públicos, prosperando bastante rápido y para 1815 había amasado una fortuna considerable.
Después de haber adquirido su fortuna en la Bolsa de Londres, se convirtió en terrateniente. En
1819 fue elegido miembro del Parlamento por Portarlington; retuvo el cargo hasta su muerte, aunque nunca visitó Irlanda. En la Cámara de los Comunes sus opiniones gozaban de autoridad, y se ha dicho de él que fue el primero en educar a la Cámara en el análisis económico. Se retiró de los negocios lo que le permitió dedicarse a trabajos intelectuales desde muy joven.
Su interés por los problemas de la teoría económica se desarrolló hacia la mitad de su vida. Su primer contacto con el tema parece datar de 1799 cuando en una visita con su mujer al balneario de
Bath, leyó a Adam Smith. En 1809
aparecieron publicadas sus primeras opiniones sobre economía en forma de cartas a la prensa firmadas por "R" en relación con la depreciación de la moneda.

La Ley de los Rendimientos Decrecientes es un principio de teoría económica propio de la economía clásica o liberalismo económico. Fue formulado originalmente por David Ricardo[1] (aunque se han señalado algunos precedentes, como Antonio Serra[2] ), y predice que los rendimientos de la actividad agraria serán necesariamente decrecientes a pesar de que la producción pueda crecer, al ser las unidades que sucesivamente se añadan a la producción necesariamente de inferior calidad, o con una repercusión menor en el producto final, que las originalmente empleadas. De esta manera, el precio de los productos agrícolas tenderá necesariamente a crecer, y con él la renta de la tierra, mientras que la remuneración de los otros dos factores de la producción: el trabajo y el capital, están sujetos a límites por las leyes del mercado (ley de hierro de los sueldos).
En la
teoría económica Neoclásica se abordan las relaciones de producción, a partir de considerar que existen dos variables X e Y, que lo mismo pueden representar canastas de bienes (demanda), que insumos para producirlos (oferta).
De esta manera, si una de las variables permanece constante ( X ) y la otra cambia ( Y ), se pueden elaborar análisis y modelos matemáticos que, en general, refuerzan la idea de que la "
Competencia Perfecta" es el objetivo último de la Economía como ciencia, porque en ella todos los mercados se encuentran en un estado óptimo o de equilibrio y, por ende, la utilización de los recursos sociales es el idóneo (no hay desperdicio de recursos, ni una mala asignación de los mismos para satisfacer las necesidades de las personas).
La llamada Ley de los Rendimientos Decrecientes es uno de los pilares conceptuales que permiten llegar a estas conclusiones, de las que se deriva la idea de que el Gobierno no debe intervenir en ningún ámbito de la vida económica, porque lo único que ocasiona son distorsiones (desequilibrios) en los mercados, que afectan negativamente a la sociedad.
Esta Ley generalmente se ejemplifica considerando la variación en los niveles de producción agrícola, que resultan de modificar la cantidad de insumos disponibles en un período relativamente corto de tiempo.
Por ejemplo, si uno tiene una parcela de tierra y un trabajador, se podrá tener una producción de, digamos, 10 costales de grano.
Dado que para ampliar la producción es más sencillo contratar trabajadores que comprar hectáreas de tierra, entonces la parcela se vuelve una "constante", y el número de trabajadores se convierte en una
variable cuyo valor se modifica periódicamente.
De esta manera, si se contratara un trabajador extra, la producción sería de, por ejemplo, 24 costales de grano.
Es decir, la producción obtenida es más que proporcional a la que logra un sólo trabajador.
En la medida en la que uno sigue contratando trabajadores, la producción aumenta, hasta un punto en el que ya no es posible que ello suceda.
En la práctica esto resulta lógico, porque quizá muchos trabajadores que se ubican en unos pocos metros de tierra, se estorbarían y su productividad individual y colectiva bajaría.

David Ricardo dió cierta importancia al tema del valor afirmando que únicamente era determinado por la cantidad de trabajo empleada para realizar un producto y que este se podía definir como valor comparativo y valor relativo; el valor comparativo es teniendo en cuenta el trabajo y el esfuerzo para realizar los productos, mientras que el valor relativo se efectúa teniendo en cuenta la cantidad de bienes producidos en determinado tiempo. Estima Ricardo que el capital se puede diferenciar entre capital fijo (inversión perdurable) y el capital circulante (que es más perecedero y difícil de recuperar). En cuanto a las utilidades plantea que son inversamente proporcionales a los salarios, y por este motivo, la única razón por la cual aumentan las utilidades es una reducción en los salarios de los trabajadores. Esto último puede alterar el valor relativo si en esta actividad es mayor la proporción de capital circulante.
Ricardo plantea que la renta no es sino una compensación por el uso de las cualidades del suelo y que puede emplearse en una pequeña porción a mejorar la calidad de estas tierras. Dice además que se cobra compensación porque la tierra es de carácter limitado y de gran variedad de cualidades. Pese a lo ya mencionado Ricardo a diferencia de Smith, dice que la calidad de la tierra no hace variar el precio del bien, pues esta se produce por un aumento de precios y no aumenta estos por consecuencia de una renta. El cultivo de la tierra menos fértil hace que se aumente el valor comparativo con relación a la tierra más fértil, pues es necesario un mayor esfuerzo para producir.

TEORIA DEL VALOR Y DEL REPARTO
En su "Historia del Pensamiento Económico", Henri Denis expone en los siguientes términos el planteamiento de Ricardo sobre la distribución del ingreso nacional: "Si hacemos abstracción de la renta agraria, el beneficio es la diferencia entre el precio de venta y el precio del costo. Y a escala nacional, el precio de costo de la producción neta, es el importe de salarios. Por consiguiente, para explicar los beneficios es preciso conocer:
1) Las leyes que determinan los salarios;
2) Las leyes que determinan los precios de venta de los productos."
Al referirse a los precios de venta de los productos, Ricardo al igual que Smith, piensa en los precios de mercado que pueden ser muy variables y estar determinados por su escasez relativa.
Para Ricardo el precio "normal" o, si se prefiere, el valor de una mercancía, está determinada por la cantidad de trabajo que contiene. Por tanto, el valor de una mercancía aumenta cuando aumenta la cantidad de trabajo necesaria para su fabricación y disminuye en caso contrario. En términos relativos, puede decirse que los valores de cambio relativos aumentan o disminuyen de acuerdo al mismo principio, inclusive si disminuye la cantidad de trabajo incorporada en todas las mercancías.
No escapa a Ricardo que esta es una aproximación general al problema del valor. Tampoco que el trabajo necesario para la producción de una mercancía incluya el trabajo anterior en la fabricación de "herramientas, máquinas y edificios"; esto es de "trabajo muerto" en la terminología de Marx, en gran medida un ricardiano.
Tampoco dejó de lado Ricardo una preocupación que fuera planteada por el mismo Adam Smith: los beneficios del capital están incluidos en los precios de las mercancías. Y ello en proporción al capital movilizado puesto que hay, teóricamente, una tendencia a la simetría de los beneficios obtenidos en diferentes actividades.
Empero, Ricardo considera que el factor sustantivo en la determinación del valor o precio "normal" de una mercancía es la cantidad de trabajo incorporada

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