Economia Politica I
Ivan Rivera 83025
David Ricardo
La Ley de los Rendimientos Decrecientes es un principio de teoría económica propio de la economía clásica o liberalismo económico. Fue formulado originalmente por David Ricardo y predice que los rendimientos de la actividad agraria serán necesariamente decrecientes a pesar de que la producción pueda crecer, al ser las unidades que sucesivamente se añadan a la producción necesariamente de inferior calidad, o con una repercusión menor en el producto final, que las originalmente empleadas. De esta manera, el precio de los productos agrícolas tenderá necesariamente a crecer, y con él la renta de la tierra, mientras que la remuneración de los otros dos factores de la producción: el trabajo y el capital, están sujetos a límites por las leyes del mercado (ley de hierro de los sueldos).
Ley de los Rendimientos Decrecientes es uno de los pilares conceptuales que permiten llegar a estas conclusiones, de las que se deriva la idea de que el Gobierno no debe intervenir en ningún ámbito de la vida económica, porque lo único que ocasiona son distorsiones (desequilibrios) en los mercados, que afectan negativamente a la sociedad.
Esta Ley generalmente se ejemplifica considerando la variación en los niveles de producción agrícola, que resultan de modificar la cantidad de insumos disponibles en un período relativamente corto de tiempo
Por ejemplo, si uno tiene una parcela de tierra y un trabajador, se podrá tener una producción de, digamos, 10 costales de grano.
Dado que para ampliar la producción es más sencillo contratar trabajadores que comprar hectáreas de tierra, entonces la parcela se vuelve una "constante", y el número de trabajadores se convierte en una variable cuyo valor se modifica periódicamente.
De esta manera, si se contratara un trabajador extra, la producción sería de, por ejemplo, 24 costales de grano.
Es decir, la producción obtenida es mas que proporcional a la que logra un sólo trabajador.
En la medida en la que uno sigue contratando trabajadores, la producción aumenta, hasta un punto en el que ya no es posible que ello suceda.
En la práctica esto resulta lógico, porque quizá muchos trabajadores que se ubican en unos pocos metros de tierra, se estorbarían y su productividad individual y colectiva bajaría.
Valor y Trabajo
En consecuencia, la riqueza difiere esencialmente del valor, ya que éste depende no de la abundancia sino de la facilidad o dificultad de la producción. El trabajo de un millón de hombres en la industria producirá siempre el mismo valor, pero no siempre la misma riqueza. Con la invención de nueva maquinaria, la superación de la habilidad técnica, una mejor división del trabajo, o por el descubrimiento de nuevos mercados donde puedan efectuarse intercambios más ventajosos, un millón de hombres puede producir, en un estado dado de la sociedad, el doble o el triple de riqueza, es decir de “cosas necesarias, convenientes y gratas”, de lo que puede producir en otro, pero no agregará, por ese concepto, ninguna cosa al valor; en efecto todas las cosas suben o bajan de valor en proporción a la facilidad o dificultad con que se producen, o, en otras palabras, en relación con la cantidad de trabajo empleado en su producción.Es cierto que quien posee una mercancía escasa es más rico, si por medio de ella puede disponer de más artículos y goces de la vida humana; pero como las existencias generales de las cuales se extrae la riqueza de cada hombre disminuyen en cantidad, en aquello que cada individuo toma de ella, las participaciones de los otros hombres se reducirán necesariamente en proporción al grado en que un individuo privilegiado sea capaz de apropiarse para su propio disfrute una mayor cantidad.
jueves, 18 de septiembre de 2008
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