jueves, 25 de septiembre de 2008

Economia Politica I
Luis Vazquez matr.84311

El Efecto Ricardo

En 1817, el economista David Ricardo escribió en sus Principios de Economía política y tributación: Cada aumento de los salarios, o lo que es lo mismo, cada reducción de los beneficios, menguaría el valor relativo de los bienes producidos con un capital de índole durable, y elevaría proporcionalmente los productos con capital más perecedero. Una reducción de salarios ocasionaría exactamente el efecto contrario.Estas líneas han venido conociéndose como el Efecto Ricardo, según el cual una elevación de los salarios impulsa a los empresarios a sustituir mano de obra por bienes de capital, de manera que el consecuente incremento en la productividad terminará pagando el previo aumento salarial de los trabajadores.

La acumulación de capital: población,
Cambio tecnológico y estado estacionario

La acumulación de capital está quizá preparando el terreno para unos beneficios permanentemente decrecientes. Me parece importante averiguar cuáles son las causas que pueden ocasionar un alza en el coste del producto bruto, ya que los efectos que tendría dicha alza sobre los beneficios serían diametralmente opuestos. El alza en el coste del producto bruto puede ser ocasionada por una gradual acumulación de capital que, al crear nueva demanda de trabajo, estimulará probablemente el crecimiento de la población y promoverá en consecuencia el cultivo o la mejora de tierras inferiores; esto no hará que aumenten los beneficios, sino que disminuyan, ya que, no sólo se elevará el nivel de los salarios sino que se emplearán más trabajadores que no darán lugar a un aumento proporcional del producto bruto.
Los salarios no se relacionan con la aportación del trabajo al proceso productivo. El «precio natural del trabajo» se relaciona con el nivel de subsistencia (no estrictamente fisiológico) del trabajador y su familia. La acumulación de capital y el crecimiento demográfico están detrás de la desviación y ajuste del salario de mercado al natural. Los beneficios son un residuo. Tras detraer renta y salarios del producto total, lo que resta es retenido bajo la forma de beneficios. Se supone que los capitalistas están dispuestos a llevar su capital a aquella actividad que rinda una tasa de beneficios mayor que el promedio. La clase social que percibe los beneficios se caracteriza por su frugalidad, consume una pequeña parte de cuanto obtiene y dedica sus beneficios a la acumulación de capital. Pero ésta no puede perpetuarse indefinidamente. Motivado por los rendimientos decrecientes del nuevo capital (fijo y circulante) aplicado a tierras cada vez menos fértiles, la renta aumenta su valor real y monetario, el salario en dinero también, y en consecuencia la tasa de beneficios desciende. Este proceso, llevado a su último extremo, significa un estado estacionario. Aquí la tasa de beneficios se ha reducido a un mínimo, los capitalistas no tienen estímulo alguno para acumular. Este resultado final únicamente puede retrasarse, no evitarse, y son los descubrimientos y nuevos inventos el modo de diferir en el tiempo su llegada.

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